La psicoterapia integradora parte de los distintos modelos teóricos dentro de la psicología y emplea enfoques diversos que, siendo compatibles entre sí, ofrecen técnicas y modos de entender la naturaleza del ser humano de una manera más completa.
Las distintas teorías que existen en el campo de la psicología aportan aspectos positivos y útiles, pero por sí solas tan solo ofrecen una explicación parcial del funcionamiento humano. Es por este motivo que limitarse a una de ellas puede dificultar que se tenga en cuenta la globalidad e individualidad de cada persona y el proceso de resolución de los problemas con los que la persona acude a la consulta se vea limitado.
Desde esta perspectiva integradora, sin embargo, se adopta una actitud hacia la práctica de la psicoterapia que declara el valor inherente de cada individuo. Al integrar selectivamente distintos enfoques, cada uno de ellos gana valor y se consigue contemplar y dar respuesta a la persona en el plano afectivo, conductual, cognitivo y fisiológico de su funcionamiento, con consciencia de los aspectos sociales y transpersonales de los sistemas que la rodean.
La adolescencia constituye un período especial del desarrollo, del crecimiento y en la vida de cada individuo. Es una fase de transición entre un estadio, el infantil, para culminar en el adulto. Se trata de una etapa de elaboración de la identidad definitiva de cada sujeto que se plasmará en su individuación adulta. Todo ello supone un trabajo mental gradual, lento y, a menudo, lleno de dificultades por los cambios físicos, sociales y psicológicos que conlleva.
Es por todo ello que se trata de un etapa vital con un potencial mayor de trastornos en múltiples áreas, que la hacen susceptible de manifestaciones patológicas.
Algunas de ellas pueden ser:
A diario nos enfrentamos con éxito a numerosas dificultades poniendo en marcha nuestros recursos, tanto internos como externos. Sin embargo, determinadas situaciones pueden implicar un alto nivel de sufrimiento y malestar, llegando a afectar a nuestras actividades de la vida cotidiana y a nuestras relaciones con los demás. En estos casos, puede ser difícil identificar los recursos necesarios para salir adelante y resulta útil solicitar ayuda profesional.
Algunos de los problemas que tratamos en psicoterapia con población adulta:
EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento a través de movimientos oculares) es actualmente reconocido como la psicoterapia más efectiva para el tratamiento de los efectos del trauma por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría, . Además, ha resultado ser altamente efectivo sobre otras dificultades tales como: estrés, ansiedad, depresión, duelo, adicciones, trastornos de personalidad, ataques de pánico, problemas de alimentación, fobias y trastornos psicosomáticos (colon irritable, fibromialgia, dolor crónico, etc.).
Se trata de un abordaje psicoterapéutico que trabaja sobre las dificultades emocionales que pueden surgir en la vida de una persona como consecuencia de experiencias difíciles en el pasado, que pueden ir desde incidentes traumáticos en la infancia, hasta accidentes, desastres naturales, procesos de enfermedad, agresiones sexuales, etc.
El modelo parte de la base de que nuestro cerebro cuenta con un sistema de procesamiento de la información que nos permite revisar y procesar las experiencias, para posteriormente almacenarlas de una manera funcional. Cuando experimentamos una experiencia traumática, este sistema puede bloquearse y, por tanto, no cumplir con su función, quedando almacenada esta experiencia de una manera disfuncional y pudiendo ser la base de la sintomatología que presenta la persona. A través de la terapia EMDR este sistema se pone en marcha de nuevo mediante la estimulación bilateral de los hemisferios cerebrales que facilita el procesamiento de la información traumática de una manera adaptativa, consiguiendo así resolver la sintomatología que provoca el trastorno. Ofrece la posibilidad de liberar emociones reprimidas, romper con creencias que a día de hoy son limitantes e impiden avanzar y ser capaz de trabajar sobre esas sensaciones y emociones que han estado ahí desde hace mucho tiempo y no conseguimos llegar a entender de dónde vienen.
Desde LMC Psicología, se ofrece la posibilidad de aplicar este tipo de abordaje en función de la problemática a tratar.
Esta rama de la psicología se focaliza en el abordaje de los aspectos psico-afectivos implicados en la concepción, el embarazo, el parto, el postparto y la crianza temprana.
La llegada de un bebé supone un período de especial vulnerabilidad psíquica y emocional, que se acompaña de números cambios fisiológicos y neuroendocrinos que, a veces, pueden desencadenar alteraciones psicológicas.
Desde la psicología perinatal se abordan cuestiones como:
Gracias a las nuevas tecnologías se han desarrollado nuevas formas de comunicación, facilitando nuevos contextos donde ofrecer ayuda psicológica. Si no te es posible acudir presencialmente a la consulta , la terapia online, a través de Skype o Meet, puede ser una opción interesante para ti.
Desde que comenzó la pandemia en 2020 ha sido un formato que cada vez ha cobrado más presencia en nuestro día a día en la clínica con buenos resultados terapéuticos.
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